TURISMO BOTÁNICO

Botánica

LA FLORA DE LA SIERRA DE SANABRIA:
UN TAPIZ VEGETAL ÚNICO

La Sierra de Trevinca, enclave natural de impresionante belleza, alberga una rica y diversa flora que refleja la esencia de la zona galaico-castellana. Su vegetación, similar a la de las sierras circundantes, presenta escasas o ninguna diferencia, conformando un tapiz vegetal de gran valor ecológico.

PRADERAS Y TURBERAS: UN ECOSISTEMA ÚNICO

En las praderas con turberas, encontramos extensas formaciones de «Drosera rotundifolia», una planta carnívora típica de zonas encharcadas y un indicador inequívoco de la buena salud ambiental del ecosistema. Esta especie, junto a otras plantas acuáticas, enriquece la biodiversidad de estos humedales.

ALTURAS DOMINADAS POR ENDEMISMOS

A medida que ascendemos, nos encontramos con un tesoro botánico: diversos endemismos vegetales que solo se pueden encontrar en esta región. Entre ellos destacan la «Genista sanabrensis», la «Spergula viscosa», la «Cardamine raphanifolia subsp gallaecica» y la «Agrostis tileni», especies que dan un carácter único a la flora de la Sierra.

CONÍFERAS Y BREZALES: PAISAJES DE ALTURA

Las coníferas, especialmente el enebro común («Juniperus communis subsp. alpina»), dominan los valles superiores y laderas elevadas, dibujando un paisaje verde intenso. Los brezales y las ericáceas, por su parte, se extienden libremente hasta más allá de los 2000 metros de altitud, creando tapices multicolores que cambian con las estaciones.

UN PARAÍSO PARA LOS ARÁNDANOS

Los amantes de los frutos rojos encontrarán en la Sierra de Sanabria un paraíso. Varias especies del género Vaccinium, conocidas como arándanos, crecen en abundancia, incluyendo la «Myrtillus» y la «Vitis idaea». Estas bayas silvestres, además de su delicioso sabor, ofrecen un alto valor nutricional.

DIVERSIDAD FLORAL: UN TESORO BOTÁNICO

Más allá de las especies mencionadas, la Sierra de Sanabria alberga una rica diversidad floral que incluye familias como las medicinales, con representantes como la «Digital purpúrea», la «Gentiana lutea», la «Valeriana officinalis» y la «Vinca minor». Hierbas aromáticas como la «Menta piperita», el «Pulegium» y la «Viridis», zarzamoras y una gran variedad de praderas, tomillares, piornales y romerales completan este mosaico vegetal.

BOSQUES: REFUGIO DE GIGANTES VEGETALES

El mundo vegetal de la Sierra de Trevinca se culmina con sus imponentes bosques. Acebos («Ilex aquifolium»), tejos («Taxus baccata»), serbales silvestres («Sorbus aucuparia L.»), robles («Quercus pyrenaica»), abedules («Betuna alba L.»), olmos, fresnos («Fraxinus angustifolia L.»), avellanos («Corylus avellana L.»), alisos («Alnus glutinosa») y castaños son solo algunos de los árboles que conforman estos bosques, ofreciendo refugio a una gran variedad de fauna y contribuyendo a la regulación del clima y la protección del suelo.

En definitiva, la flora de la Sierra de Trevinca es un tesoro natural de incalculable valor que merece ser protegido y admirado. Su diversidad, belleza y singularidad la convierten en un destino excepcional para los amantes de la naturaleza y la botánica.